El blog de los estudiantes de Comunicación Social te invita a participar en nuestro concurso, en la cual ganarás una orden de Sweet & Coffee para que puedas disfrutar con tu ser amado, solo tienes que seguirnos y comentar sobre tu ser amado, o contarnos tu historia de amor.
Home »
#Concurso #SanValentin #UCSG
» Concurso por San Valentín
Concurso por San Valentín
Este blog es realizado por alumnos de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Filosofía, de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
Ocurrió en octubre del 2011. La verdad es que no estaba en mis planes enamorarme porque ya había salido de un corazón roto. No tenía sentido volver a arriesgarme. Para motivos del contexto, seguía en la universidad, en uno de mis últimos ciclos. Un lunes por la tarde nos tocaba una de las materias más importantes de nuestra carrera, por lo que entré, medio medio saludé y me fui a sentar. Estaba en mi mundo y no le daba cabida a nadie. De una vez que estuvimos todos en el aula, la profesora tomó la lista y faltaba alguien que aparentemente era nuevo.
ResponderEliminarEse "alguien" llamado Christian hizo una entrada triunfal, que todo el mundo ignoró (por si acaso). Cabe recalcar que era uno de esos días en que uno no se fija lo que tiene por delante, solo pensé "¿y quién será ese man?". Finalmente empezó una relación amor-odio, típico punto de partida y lugar común de las historias amorosas que son eternas.
Primero fuimos amigos. Nos divertíamos mucho hablando de cosas con y sin lógica; de la vida, de cómics, pero siempre peleábamos por tener la razón. Dicen que el amor entra por la barriga, pero la verdad es que yo podría morir de hambre y reír, reír sin parar. Eso provocaba Christian, reír, reír y ser feliz el tiempo que durara nuestra conversación. Así transcurrieron los cuatro meses del ciclo.
Tanto así que, primero estuvo interesada en quien fue mi mejor amiga. Hasta que en su primera cita despertó una barbarie desde el punto de vista femenino: ya la habían pasado bien, conversaron, vieron la película; todo a pedir de boca, pero cuando ella tenía que irse, estaba dejando olvidado una especie de suéter que Chris se había ofrecido a llevarle. Lo más espantoso es que no la llamó por su nombre, sino por el mío. Al día siguiente tuve una llamarada de reclamos, pero realmente no me importaba aunque me halagaba y me hacía poner rojita.
Lo que no les había dicho es que el Chris por motivos ajenos al destino estaba repitiendo el semestre que compartimos. Él saldría de ese embrollo y chau, chau; no lo vería más. Para ese entonces, me comencé a dar cuenta de que lo extrañaba mucho, Independientemente si era amor, cariño, costumbre, amistad forever, lo extrañaba. Es más, no estaba completamente segura de que yo le hiciera falta a él, sin embargo era y es bonito extrañar a alguien.
Cuando se terminaron las clases, él debía tomar un curso de informática. Sabía eso porque seguíamos en contacto. Un día me animé y le dije que lo iba a visitar. Asumo que para mí, una creep, una weirdo, era una especie de éxito en esto de tomar las iniciativas. Mis “visitas” consistían en recorrer todo el camino de la universidad hasta llegar a la estación de la Metrovía de la Universidad de Guayaquil, tomar helado, conversar y despedirnos. Las despedidas para ese instante se habían convertido en la parte más triste de la “cita”.
A inicios del nuevo semestre, se nos encomendó culturizarnos. ¡VAYAN AL EDOC! Bueno, tenía que ir al EDOC porque era nota y era sábado, por lo que mi vida no iba a dar un giro de 180 grados en un santiamén. Esa noche (era un miércoles cuando nos lanzaron a la aventura) estaba hablando con Chris. Para que les voy a decir que no si sí, lo notaba raro. Así como flirteador, coqueto y hasta más insinuante. No lo negaré, ya me gustaba y mucho, por lo que esa forma de abordar nuestra amistad me parecía divertidísima.
Antes de despedirme le dije “¡DEBO IR AL EDOC A CULTURIZARME!”, a lo que él me contestó un grácil “¿Con quién vas?”. Como tenía tanto sueño, simplemente le respondí “SOLA CON MI SOLEDAD, SOLA CON MIS SENTIMIENTOS *clave de sol*”. No me contestó. Fin del comunicado.
Al día siguiente tenía como sesenta mensajes directos en Twitter de Christian preguntándome –o creo que reconfirmándome– si iba al EDOC y con quién. Le contesté que estaba más sola que Han Solo así que iba a ir sola. Para que no me diera cuenta de sus malvadas intenciones (esto último lo puse para exagerar) me dijo que también tenía (¡mentiroso!) que ir al EDOC y que si quería “arrejuntármele” al plan. Acepté. Ta ta taaaaaaan.
Ese sábado nos encontramos y el señor de no desaprovechó, me llevó de la mano hasta el EDOC, me sentó. Fun fact: ese día nos dimos unos cuantos picones. Nada serio. O mejor dicho, para él, yo ya debía asumir que estábamos en una relación seria. Obviamente no lo era. Entonces, terminó la función, caminamos un rato más hasta que me fue a dejar en la estación de Metro más cercana. Mientras seguíamos el mood de noviecitos, la puerta de la estación casi le vuela el brazo y ya me había embarcado. Un final digno de tragicomedia. Pero fue una hermosa tarde y noche.
ResponderEliminarComo según él y su poder infinitamente masculino habían asumido que yo ya creía que éramos novios, el martes de la siguiente semana, llega así todo bien envalentonado y me dice “mi amor, vamos a la facultad”. Como buena heroína romántica, me crucé de brazos y le dije: ¿Y A TI QUIÉN TE DIJO QUE ÉRAMOS “MI AMOR” YA? Obviamente, en mi cabeza esa horrenda falta de cortesía, ya había anulado todas las posibilidades de ser feliz. Sin embargo, se me acercó y me dio el discurso más confuso de la historia:
“Bueno, como bien sabrás, lo del sábado no fue algo insignificante. No creas que yo me beso con todo el mundo (o sea, baila reggaetón pero no es chico fácil (?)), eso significó mucho para mí. Por lo que yo asumí que tú entenderías de que ya pues… ya pues, ya estamos de novios”.
SAY WHAT? O sea, ese discurso memorable resumía que no iba a tener mi final de película gringa. De lo último y poco sensible. ¡CERO! ¡CERO! Me partiste el corazón, Christian Jesús Armijo.
Claro está que puse cara de gato aburrido y caminé con él. Me hice de rogar, yo también bailo reggaetón pero no soy chica fácil (en realidad me veo como nerd con problemas de socialización) y mientras conversábamos camino a la facultad, no salió el tema.
De repente, me senté muy enojada y él me dijo muy sagaz si es que me pasaba algo. Le contesté que era realmente imposible QUE NO OCURRIERA NADA. Estaba así porque había arruinado un posible final feliz. Le di la espalda y a lo que me vuelvo hacia a él para seguir recriminándolo, me di cuenta de que estaba arrodillado y haciéndome la pregunta del millón: ¿QUIERES SER MI NOVIA?
Puse cara de personaje de anime complacido y muy feliz. Seis meses me casé con él. Soy por demás feliz. Le dedico canciones de Paulina Rubio, de RBD y tantas cosas que Christian me aguanta. Lo amo mucho. Espero que sea correspondido, aunque estoy completamente segura de que sí lo hace.
https://www.youtube.com/watch?v=JrHRu2k0vJc
ResponderEliminarWalter Villamar
ResponderEliminarPara mi las mejores citas se las da día a día, cada vez que cerdeamos juntos en el shawarma de urdesa y compartir cada momento buenos y malos.
https://www.facebook.com/walter.villamar.14
El recuerdo que tengo presente, es cuando estuve en una fogata frenet a la playa y me dedicaron Eterna Soledad de los Enanitos verde
ResponderEliminarDurante un viaje a Medio Oriente, tuve una cena a la luz de las velas, específicamente en la casa de mis suegros alado de una chimenea...
ResponderEliminarEl recuerdo que aún conservo, es cuando le robe el primer beso a la que ahora es mi esposa, mientras ella estaba acostada sobre mis piernas, en el puente Zig zag, al principio no quería nada, pero luego le declare mi amor por ella y ahora tenemos 4 años de casados.
ResponderEliminarel momento más romántico que he tenido fue cuando conocí a mi esposo, nos encontramps frente a frente en las escaleras de la facultad y fue amor a primera vista
ResponderEliminarhttp://www.dailymotion.com/video/x2h2xoj_nunca-te-olvidare_people
ResponderEliminarEsta es mi bella historia de amor con Luis Miguel. Bueno, para empezar quiero comentarles que Luis Miguel y yo fuimos amigos desde chiquito (escuela) y nos rencontramos en la universidad.
ResponderEliminarTodo empezó un 6 de enero en la noche saliendo de una exposición un poquitín complicada. Estaba conversando en los pasillos de la facultad con dos amigos (Rosita y Raúl), cuando Luis Miguel se me acerca y me pide que lo ayude con una entrevista sobre “Donjuanismo”, tema que no tenía ni la más mínima idea de que se trataba. No quería que tenga problemas de notas por mi culpa por lo que le supe decir dos puntos como opciones: 1._ te puedo ayudar mañana con la entrevista, hoy investigo y te respondo mañana, no quisiera que salga mal en la materia y peor por mi culpa o 2._ me explicas algo y yo te doy la entrevista. Luis Miguel tan lindo niño me comienza a explicar lo que trata su tema de entrevista y yo salgo con mi respuesta tonta (mira, te voy ayudar con material concreto, Raúl), nos reímos un poco (claro está que cuando dialogaba con Luis Miguel me sentía incómoda y pensaba que él era de los chicos que quieren “hacer amigos”) y hasta que llegamos a la parte crítica del momento de nuestro reencuentro: se acaba “la entrevista sobre su materia” y empieza Luis Miguel con su plan (un poco maléfico, porque si al inicio me puso nerviosa porque quiso de mi ayuda y no de los demás, ahora que ni se diga) comienza con la verdadera entrevista que me quería hacer. ¿tú vives en samanes, verdad?, ¿cerca del Sama Burger?, ¿tú patio es grande?, ¿tienes hermanos mayores?, ¿sabes inglés?, ¿TE ACUERDAS QUIÉN SOY YO?, ¿ME RECONOCES?, cada pregunta me aterraba más y más, me quería alejar de él y le preguntaba a Raúl quién era él y no me respondía el mal amigo; hasta que hizo algo que jamás olvidaré y ruego que no me vuelva hacer en la vida (convertirse en hombre elástico, estirarse sus hermosos cachetes, para ver si así lo recordaba), bueno, creo que ahí él entendió que estaba muy asustada por lo que decidió decirme unos nombres de nuestros amigos del salón y yo supe responder un poco tranquila “son chicos del Colegio Americano” y él se alegró creyendo que lo había reconocido y bueno hasta que luego me dijo su nombre y le dije que si lo recordaba cuando en verdad no era así, estaba muy asustada, lo siento.
Llegué a mi casa a buscar álbumes de nuestra infancia y lo reconocí un poquitín, lo que me produjo llevar al día siguiente las fotos, buscarlo y enseñarle lo que encontré, así fue, Diosito me lo puso en mi camino, lo encontré en la sala de cómputo haciendo deberes OCUPADO pero yo con nervios disque me siento a “trabajar en una computadora” y más que me dediqué a verlo y tratar de recordar quién era realmente, bueno luego él me regresó a ver, nos saludamos, me le acerqué, conversamos, saqué las fotos, se las enseñé, conversamos, recordamos nuestra bella infancia y bueno me comencé a enamorar de él de a poco de ver lo atento que era, le gustaba escucharme, pasaba bonito a su lado hasta que todos los días uno de los dos o los dos llevábamos cosas para encontrarnos, conversar y recordar lindos momentos. Al mes me pidió ser su enamorada a lo que le pedí tiempo por miedo a sufrir de nuevo, pero nuestra relación de amigos era lo más hermoso que me estaba pasando en ese momento de mi vida. Pasaban los días y seguíamos conversando, faltando a unas pequeñas horas de clase para estar juntos, “conocernos”, “hablar de nuestra infancia”. Hasta que llegó 3 de febrero y yo estaba decidida ser su enamorada, mis amigas del salón me aguantaron mucho porque pasaba hablando de él, escribiendo su nombre dentro de corazones en mi cuaderno de borrador. Me salí de una clase (con permiso de la profesora, disque para ir a comer), lo vi desde lejos, nos acercamos, me saludó con sus besos cariñosos y vergonzosos a la vez, lo invité a conversar en nuestro lugar de encuentro (las escaleras de la facultad, donde casi nadie pasaba), conversamos un poco, le insinuaba que hablemos de nosotros y bueno, se me declaró de nuevo (entendió mi mns), le dije que mis respuestas iban a ser por medio de besos (si es en la frente era un “no” y si era en sus labios era un “si, por supuesto”) y bueno, adivinen qué? El beso fue en sus labios, fue lo más hermoso que puede haber hecho con él porque desde entonces estamos juntos, queriéndonos, cuidándonos, amándonos, apenas 5 añitos, 5 hermosos, inolvidables y mágicos años llenos de amor, alegría y paz. Lo amo tanto que no lo cambiaría por nadie.
ResponderEliminarEsta es mi hermosa historia de amor vivida, con el amigo de muchos de ustedes.
Y ASI EMPEZO MI HISTORIA... CON EL AMOR DE MI VIDA
ResponderEliminarhttps://plus.google.com/102429417349421010952/posts/PCwZAi2a3GZ
LEAN Y DISFRUTEN DE ELLA..