Fue una de las Decana en la
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la educación.
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La Psicología es su vocación, pero la docencia su pasión.
Aquella mujer de sonrisa amable y con predisposición de servicio, con aspecto perfectamente aliñado y de vestimenta alegre pero que conjuga adecuadamente con su estilo; que al responder las preguntas se muestra tal y como es, sin poses, ni temor a que conozcan ese otro lado que guarda con recelo. En la intimidad de su vida es Elba Bermúdez: ser humano, amiga, docente y esposa.
La conocen como Chachi, apodo que desde muy pequeña le otorgó su papá. Creció en el núcleo de una familia grande, en la que sus padres fueron el pilar fundamental de su vida junto con sus cuatro hermanos. La vida no le dio una hermana pero sí una prima y amiga incondicional, Raquel Bermúdez, quien se convirtió en la compañía que tanto necesitaba. Para Raquel, Chachi es complicidad y todo lo contrario a ella pero que juntas son la combinación perfecta; su es como el ying y yang.
Desde sus primeros años de escuela fue muy entregada a los estudios, sin embargo eso la mantuvo un poco al margen de la vida social en comparación con otras niñas de su edad. Elba disfrutaba pasar las vacaciones en la playa y mantiene gratos recuerdos, es una persona de espíritu aventurero y sin temor a tomar riesgos. En la actualidad, sigue manteniendo su alma de viajera.
“Mis padres se esforzaron mucho por darme siempre la mejor educación y yo quería retribuirles a todo lugar lo que hicieron por mí, que se sintieran orgullosos de lo que yo alcanzaba”.
Compartiendo un momento ameno y de compañerismo junto a sus colegas. |
En gran medida el que Elba se inclinara por la psicología fue por la gran admiración a su mamá, quien sin poseer un título profesional podía entender a las personas que la rodean. Sin embargo, tras ejercer la carrera que tantas satisfacciones le dejó, descubrió que puede impartir su conocimiento a los demás, dedicándose a la docencia, su verdadera pasión.
Chachi se considera creyente de Dios y agradecida por las bendiciones que le ha dado a vida, como una segunda oportunidad luego de ser diagnosticada cáncer de Hodgkin en el año 2016 y curarse de forma milagrosa.
Elba encontró la felicidad plena junto a su esposo Jean Luigui, un italiano de quien se enamoró por medio de la red social Skype. Recuerda aquel instante en el que la noche de navidad del año 2016, mientras revisaba sus correos y notificaciones se encontró con el mensaje de un desconocido interesado en conocerla y saber cómo era, en ese primer instante recuerda haberle seguido el juego, pero al notar la persistencia de aquel hombre sintió curiosidad de saber quién era. En marzo de este año Jean Luigui llegó a Ecuador para el tan ansiado encuentro con la mujer que conoció por chat. Elba llena de dudas acudió su encuentro en el aeropuerto en compañía de su sobrino Josué. La personalidad alegre y extrovertida de Jean Luigui la cautivó de inmediato, así como a su familia con quien creo un bonito vínculo. Poco tiempo después de la visita de su novio, se casaron de manera repentina en un compromiso para toda la vida.
Escrito por: Mónica Sarmiento
Editado por: Lisette Molina
Recibí clases de psicología social con ella. Muy interesante su cátedra.
ResponderEliminarMi querida Chachi excelente persona y como amiga muchísimo mejor. La recuerdo con cariño.
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