La decisión de los medios frente al terrorismo
El atentado en la iglesia de la comunidad afroamericana de Charleston, Carolina del Sur (EEUU), abrió un debate sobre lo que puede -o no- considerarse un acto terrorista desde la cobertura mediática. Dylan Roof, un joven que presuntamente sigue las doctrinas supremacistas, ingresó al templo y mató a nueve fieles. Para los periodistas, calificar un suceso como ‘terrorista’ es una decisión que debe estar alineada con los manifiestos editoriales del medio, pero en muchos de ellos no se profundiza sobre estos casos.
El concepto que propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalla que el terrorismo está relacionado con “todo acto que obedezca a la intención de causar la muerte o daños corporales a civiles no combatientes, con el objetivo de intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar o abstenerse de realizar un acto.” El manual de estilo de la Radio y Televisión Española (RTVE) acoge esta idea, pero señala un punto importante: solo cuando en el suceso esté involucrada alguna organización que esté categorizada como un grupo terrorista por la Unión Europea (UE), el periodista podrá utilizar la palabra ‘terrorismo’ en la noticia. Es decir, por no integrar formalmente uno de los grupos enlistados por la UE, la masacre de Roof no podría considerarse un atentado terrorista en la cobertura de RTVE.
El manual de estilo de la British Broadcasting Corporation, popularmente denominada como la BBC, establece lo siguiente sobre el uso de la palabra ‘terrorismo’ en sus notas: “La palabra “terrorista” en sí misma puede ser un obstáculo, más que servir de ayuda para entender lo acontecido. Deberíamos evitar este término, a no ser que se ponga en boca de alguien. Deberíamos informar sobre los hechos tal y como los conocemos y dejar las valoraciones a otras personas.” Este medio de comunicación se rige a la calificación de alguna autoridad sobre el hecho. Sin embargo, desde su portal de habla hispana, BBC Mundo, se discute si el atentado en Charleston podría denominarse un ataque terrorista. En el reportaje también surge una cuestión que va más allá de las decisiones editoriales. Samantha Asumadu, una representante del observatorio mediático Media Diversified, consultada por la BBC, expresó que en los medios hay una parcialización sobre a quién debe denominarse terrorista y a quién no. "Un hombre blanco siempre tiene el beneficio de la duda (en el suceso), cosa que no pasa con la gente negra, asiática o con un latino", detalló.
La cautela a la hora de denominar un suceso como terrorista por parte de los medios tiene su razón de ser. Desde la academia, está claro que los grupos terroristas buscan mediatizar sus actos como una forma de propaganda. Además, llevar este tipo de noticias a una plataforma mediática puede impactar en la percepción ciudadana. En un trabajo de la Revista de Filosofía, Derecho y Política Universitas, realizado por Juan Carlos Montalvo Abiol y citando al experto en temas de comunicación, Rodrigo Alsina, se menciona que “los medios de comunicación pueden crear un clima de opinión de alarma social que, en determinados casos, reforzará la concepción de algunas personas sobre la inseguridad ciudadana.” Entonces, ¿calificar un acto como terrorista estaría llevando a los medios a cumplir una agenda que sea establecida por los grupos terroristas? En el mismo estudio se plantean dos opciones a los medios de comunicación: el silencio o informar.
A pesar de las distintas concepciones que existen, el término ‘terrorismo’ tiene que ver, fundamentalmente, con una de las que propone la Real Academia Española: “Dominación por el terror.” Los periodistas, editores y medios en general deben ser muy responsables a la hora de seleccionar estos calificativos para determinar un suceso como el de la masacre de Charleston. Lo que es imperativo para todos es informar y rechazar estos actos.
Periodistas que también son escritores
Comunicadores UCSGjulio 29, 2015#ComunicacionSocialUCSG, #ComunicadoresUCSG #Filosofía #UCSG #Periodismo
No hay comentarios
Si bien el
periodismo se caracteriza por la objetividad –en caso ideal del oficio- a la hora de redactar, muchos
escritores han sido periodistas y, poco a poco, las brechas entre periodismo y
literatura se van difuminando. Tras la
década del sesenta y el surgimiento de la corriente llamada “Nuevo periodismo”
–la cual consistía en aprovechar la experiencia investigativa para contar
historias- muchos nombres han aparecido. Gabriel García Márquez, Mario Vargas
Llosa, Rodolfo Walsh y sus novelas testimoniales... existen numerosos ejemplos
de grandes escritores que han ejercido el periodismo y que, aprovechando sus
habilidades narrativas dan el salto a la literatura.
El periodista Gay
Talese fue el pionero en volcarse a la
literatura al narrar con un estilo particular sus reportajes en el New York Times, siendo el más famoso
“The bridge” (1964). Al igual que él,
Truman Capote puede ubicarse en ambos oficios ya que comparten puntos ligados a
la corriente del “Nuevo periodismo”, la cual se caracteriza por la producción
de textos no-ficcionales que utilizan recursos literarios y es por ello que el
valor literario no va de la mano de la construcción de historias, sino de la
habilidad para narrarlas. Dentro de este grupo se podrían incluir al argentino
Martín Caparrós y a Leila Guerriero, conocida mundialmente por sus crónicas.
![]() |
Truman Capote |
Por otro lado,
también hay periodistas que se convirtieron en escritores de ficción inspirados
por historias familiares o conocidas a través del ejercicio periodístico. Así,
tenemos a best-sellers latinoamericanos como Gabriel García Márquez, quien es
referente del realismo mágico. Por ende, ya sea apegados o no a una corriente,
desde la objetividad o la subjetividad, el periodismo está –ya sea en fondo o
en forma- cada vez más cercano a la literatura.
Solidaridad Guayaca en manos de la Quimioterapia
Por: Elena Vásquez
Era
la noche de un 24 de diciembre cuando se dirigía un grupo de jóvenes
pertenecientes de una fundación a la ciudadela Atarazana. Ellos iban cargados
con grandes fundas y maletas, tantas, que quienes los observaban a simple vista
hubiesen imaginado que iban de viaje, pero no, ellos iban al Hospital de Sociedad
de Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) que está ubicado en la Av. P. Menéndez
Gilbert; y dentro de aquellos bolsos había muchos juguetes. Llegaron a su punto
de encuentro, lograron ingresar y se reunieron en los pasillos mientras
saludaban con cortesía a quienes se paseaban en ese momento. Ellos se reunieron
con un sólo objetivo, realizar risoterapia:
sacarle sonrisas a los pacientes y hacerlos olvidar por un momento esa grande
batalla por la que tienen que luchar diariamente.
En
la ciudad de Guayaquil, en épocas navideñas se puede observar el constante movimiento
de la gente -a diferencia de los pasillos del hospital que muchas veces se
llena con un silencio rotundo- pues en realidad, esta soledad es consecuencia de que muchos pacientes se marchan a sus casas y
se quedan los que realmente no pueden salir. Tras entrar al área de pediatría, los
jóvenes se dirigieron a la primera sala en donde permanecían los pequeños niños
y junto a ellos se encontraban sus padres sentados en un acogedor mueble
pequeño en el cual pasan la mayor parte de su tiempo. Luego, de manera
inesperada, entraron gateando unos chicos disfrazados, y después, de un solo
brinco, se pusieron de pie y empezaron a bailar, dibujando una sonrisa en el
rostro de cada niño que permanecía en aquella habitación.
Los
rostros de los niños mostraban una mezcla de alegría y asombro, para ellos no
era habitual ver que alguien entre gateando a su dormitorio ya que por lo
general siempre los que ingresaban eran sus familiares o los médicos. Algunos
infantes se levantaban de sus camas e inmediatamente se unían a imitar y bailar
junto a los chicos de la fundación mientras se escuchaba el tan sonado tema
musical “Gangnam style”. Ellos estaban
contagiados de ánimo. Meses o días atrás, lograr reanimarlos o sacarles una
sonrisa resultaba una tarea imposible tanto para los médicos y familiares que
conviven habitualmente con ellos.
Se
sentaron en el suelo y enseguida se escucharon las canciones navideñas, estos chicos
aplaudían animando a los pequeños y fue así como todos empezaron a cantar villancicos.
De pronto apareció un hombre de abdomen grueso, con cabellera y barba blanca,
con una gran sonrisa y diciendo “jo jo jo”. Los niños se mostraban
impresionados al ver a este personaje, en cambio otros lo reconocieron y
dijeron en voz alta “¡Siii! papá Noel vino a vernos”, enseguida se le acercaban
y lo abrazaban porque sus padres ya les habían hablado de que Papa Noel era un
buen hombre y siempre llegaba en la navidad a entregar regalos a todos los
niños. Estos niños pensaban que otra vez nadie los iría a visitar en Navidad.
Al
finalizar el festejo, Papa Noel sacó una bolsa llena de regalos y empezó a
repartirle a cada niño. Había todo tipo de obsequios: carros, osos de peluche,
juegos de cocina, legos, entre otros. Pero eso no fue todo, los caritativos
jóvenes guayacos que habían llegado, algunos disfrazados de gatos, otros de
vaqueros, otras, de princesas, sacaban de las fundas y maletas muchos regalos
entre esas muñecas, carritos y patines.
Lo
que muchos no notan o lo pasan por desapercibido es que Navidad se celebra una vez al año y en cambio
los niños permanecen el resto del tiempo bajo tratamientos, en soledad, y con
el sufrimiento intacto. Muchos creen que la felicidad la llena Papa Noel, el
árbol de navidad, los regalos o la cena navideña mientras que para esos
pequeños lo único que desean en navidad es poder estar con su familia,
recuperarse, ser un niño sano, y no exactamente depender de obsequios o de la
compañía de este peculiar personaje.
T.E.D. en Ecuador
Comunicadores UCSGjulio 27, 2015#ComunicacionSocialUCSG, #Ecuador, #Guayaquil #UCSG #estudiantes, #Tecnologia #Peridodismo, #TEDxPenas
1 comentario
IDEAS QUE MERECEN SER DIFUNDIDAS es la frase que define a las charlas TED, una corriente que se va expandiendo en todo el mundo desde que empezó en los 80 en California. En TED genios y personas que de alguna forma cambian el mundo exponen ideas y propuestas y lo más importante, lo hacen en máximo 18 minutos, un tiempo jamás es excedido.
Bill Clinton, Bill Gates y Al Gore han pasado por TED.
Inspiración e interacción, de eso se tratan estas conferencias. La réplica local de las charlas se llama TEDx y permite que el formato visite el mundo entero.
El viernes pasado con 11 expositores se llevó a cabo la 5ta edición de Guayaquil, TEDxPeñas. Aquí nuestros genios son vecinos, uno de los que nos conquistó como público fue Dennis Zumbana de Ambato. Con 14 años de edad ya creó un robot que ha recibido interés y reconocimiento, Chatty Box.
Andrea Fiallos, de Fundación La Iguana nos contó cómo pretende cambiar nuestro aire, paisaje e identidad resembrando árboles nativos en Guayaquil y en todo el país.
Las siglas TED significan Tecnología, Entretenimiento y Diseño, una entretenida charla con música de por medio es la que dió Jorge Luis Bohórquez.
Y en lo que respecta a diseño, Javier Perez o Cintascotch, un guayaquileño que ha creado una estilo que es impartido en universidades en el mundo entero. Una de sus creaciones fue portada de National Geographic.
Así, los 100 asistentes salieron inspirados y con más información, pero lo más importante de TED es que la información no se queda ahí, en un par de semanas las charlas estarán disponibles en la página tedxpenas.org.
El Grupo de Guayaquil: narradores icónicos
Comunicadores UCSGjulio 27, 2015#ComunicacionSocialUCSG, #ComunicadoresUCSG #Filosofía #UCSG #Periodismo
1 comentario
Por: Leira Araújo Nieto
José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert, Alfredo Pareza Diezcanseco... muchos lectores y no-lectores guayaquileños estamos nos hemos habituado a estos nombres, a pesar de que pocos los reconocemos como parte de un colectivo que marcó un hito en la literatura del puerto y del país. Al Grupo de Guayaquil lo conocieron también como “Cinco como un puño” por la relación entre sus integrantes, y es responsable de que a partir de la década de 1930 la narrativa ecuatoriana haya tenido un despliegue de producción ligado al realismo social, cuyas obras “tratan de reproducir fielmente la realidad social en la que se encuentran” (Navarrete, 2015, p. 1) y, por ello, las distinguen como características principales: la intención social y una estética realista. Los personajes principales salen a la calle o se desplazan al campo; así encontramos textos que se centran en lo rural -en este caso, al pertenecer a la costa, hay un enfoque en el contexto montubio más que en el indígena- y en la vida de los obreros ecuatorianos.
José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert, Alfredo Pareza Diezcanseco... muchos lectores y no-lectores guayaquileños estamos nos hemos habituado a estos nombres, a pesar de que pocos los reconocemos como parte de un colectivo que marcó un hito en la literatura del puerto y del país. Al Grupo de Guayaquil lo conocieron también como “Cinco como un puño” por la relación entre sus integrantes, y es responsable de que a partir de la década de 1930 la narrativa ecuatoriana haya tenido un despliegue de producción ligado al realismo social, cuyas obras “tratan de reproducir fielmente la realidad social en la que se encuentran” (Navarrete, 2015, p. 1) y, por ello, las distinguen como características principales: la intención social y una estética realista. Los personajes principales salen a la calle o se desplazan al campo; así encontramos textos que se centran en lo rural -en este caso, al pertenecer a la costa, hay un enfoque en el contexto montubio más que en el indígena- y en la vida de los obreros ecuatorianos.
Estas obras
muestran además un estilo particular con el cual intentan reproducir fielmente
el habla popular y las situaciones de
“tremendismo” (violaciones, peleas, etc.) sin censurar detalles y escenas
sangrientas. Una de las obras icónicas de esta época es el libro de cuentos Los que se van, escrita en 1930 por
Demetrio Aguilera Malta, Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert, y es un
excelente ejemplo del manejo del lenguaje para reflejar la vida de un
conglomerado social, por ejemplo, en el cuento
“El Cholo que se vengó”, de Demetrio Aguilera Malta, es evidente:
—Tei amao como
naide ¿sabés vos? Por ti mei hecho marinero y hei viajao por otras tierras… Por
ti hei estao a punto a ser criminal y hasta hei abandonao a mi pobrev vieja:
por ti que me habís engañao y te habís burlao e mí… Pero mei vengao: todo lo
que te pasó ya lo sabía yo dende antes. ¡Por eso te dejé ir con ese borracho
que hoi te alimenta con golpes a vos y a tus hijos! (Aguilera Malta, Gallegos
Lara, Gil Gilbert, p. 1)
Otras obras
destacadas de este período son Los
Sangurimas (1934), La Tigra
(1932) –ésta última fue adaptada cinematográficamente por Camilo Luzuriaga en
1990- ambas escritas por José de la Cuadra; Baldomera (1938), escrita por
Alfredo Pareja Diezcanseco; y Las cruces
sobre el agua (1946), escrita por Joaquín Gallegos Lara, la cual es un
clásico de la literatura ecuatoriana por su valor literario y su relación co la
historia nacional al centrar su argumento ficcional en el contexto de la
masacre ocurrida el 15 de noviembre de 1922 tras la huelga sindical de la Federación
Regional de Trabajadores del Ecuador.
Referencias:
Aguilera Malta,
D., Gallegos Lara, J., Gil Gilbert, E. (1930). Los que se van. Guayaquil: Ariel.
Navarrete
Navarro, C. (2015). El realismo social en poesía y novela. Letralibre.es, Revista digital independiente. Recuperado de http://www.letralibre.es/2011/09/el-realismo-social-en-poesia-y-novela.html
El ejercicio mediático de influir
“Lo que necesitas saber” profesa el lema del Diario La Hora, el periódico con el mayor número de ediciones regionales del Ecuador. Esta frase encapsula una esencia previamente planificada que los medios crean para llegar a los demás. La influencia que tienen los medios de comunicación –y los periodistas– dentro de la sociedad no es un accidente; esta se la moldea de acuerdo a unos intereses. Existe un trabajo detrás de los medios que presenta sus propios códigos, su punto de vista y su forma de presentarle a la audiencia el mundo para mantener esa influencia sobre esta.
Enrique
Alcat fue un reconocido comunicador y periodista español que falleció el 6 de
febrero de este año. Sin embargo, este dejó la obra “¡Influye!”. Para él, la influencia es una construcción que se
realiza a partir de muchos puntos en cuestión. Una de estos es la generación de
un mensaje genuino que llegue al público y lo mueva. Este mensaje hace repensar
lo que un colectivo ha visto sobre el tema que está consumiendo y lo motiva a
tomar una postura. “Influir, en el fondo,
es hacer cambiar de punto de vista a otra persona y que adopte como propia la
idea del que influye. Es hacer ‹‹tuyo›› el mensaje de otra persona y modificar
tu planteamiento intelectual en beneficio de otro.” (pág. 110) ¿Cómo logra
un medio de comunicación esto? Existen muchas formas y planteamientos, pero la
influencia es lograda gracias a la agenda
setting.
La agenda setting es una teoría propuesta
por los norteamericanos Maxwell McCombs y Norman L. Shaw. El primero, citado en
la obra “Los efectos de los medios de
comunicación. Investigaciones y teorías”, de J., Bryant y D., Zillmann, detalla que el efecto más
importante de los mass media es “la capacidad que tienen estos de organizar
y estructurar nuestro propio mundo.” Los medios de comunicación realizan un
proceso de selección de los temas que quieren que entren dentro de la
coyuntura. Así es cómo, de acuerdo a lo que ellos buscan como una fuerza que
tiene sus propios objetivos, generan una opinión pública de acuerdo a lo que
ellos publican. Es un proceso que fija la influencia sobre las audiencias. Aquí
ya se desecha el término objetividad.
Este ya fue defendido durante mucho tiempo, pero es inevitable denotar que los
medios toman siempre una posición y amplían ciertas visiones, pero que logran
distorsionar la realidad a su favor en muchas ocasiones.
En el
texto de Alcat, la influencia tiene como alma una buena comunicación. “La comunicación, estudiada, preparada y
planificada, es rentable porque ayuda a construir tu reputación y, por tanto, a
edificar tu percepción por parte de los demás.” (Pág. 81) La seriedad de un
periodista y la del medio que representa está pasando siempre por un arduo
camino en el que se ha impuesto el compromiso de cumplir con una imagen
correcta para la audiencia. Dentro de este trayecto, la influencia se va
fortaleciendo. Introduciendo de nuevo la agenda
setting, los medios podrían tener una ecuación casi perfecta para que su
mensaje llegue y motive a su público en su favor. Sin embargo, no siempre se va
a dar esto. La audiencia es un conjunto de individuos que pertenecen a un
contexto parecido, pero que tienen valores, experiencias, temores y tribulaciones
que lo mueven de acuerdo a lo que, interiormente, les acerca (o no) a los
temas. Es decir, el medio presenta una realidad, la audiencia la toma, se nutre
de la información, pero no en todos los casos es lo que está dentro de la
opinión pública. Esto está avalado por un estudio realizado en 1990 a cargo de H.
Brosius y M. Kepplinger. En este compararon el contenido de los medios
televisivos alemanes y lo que los ciudadanos de aquel país consideraron
importante durante ese año. La cobertura de las noticias y la visión ciudadana
no siempre estaban relacionadas entre sí. “Esta
configuración de resultados establece el muy importante concepto de que los
medios informativos no son el monolítico «big brother» que rige totalmente la atención
pública.”[1]
Sí, los
medios imponen. Su función es darle la visión a la audiencia a temas en donde
esta no puede mirar. Esta no será objetiva y hay noticias que tienen un fin
para que estén en la primera plana de un periódico o en el titular del noticiero
del mediodía.
José Alvarado, Comunicadores UCSG
[1]
Ejemplo y cita de “Los efectos de los medios de comunicación. Investigaciones y
teorías”, de J., Bryant y D., Zillmann