Pisar suelo en Fediscos es
como introducirse en un mundo donde la mitad de lo que vivimos es pasado y la
mitad presente.
La historia y la música están impregnadas en las paredes del
estudio. Varios recuerdos se conservan y otros empiezan a formarse en la
memoria. La noche del 19 de julio, la energía de las guitarras, la vibración de la
batería, el efecto del bajo y la resonancia de la voz de Ave Reptil, cuarteto
guayaquileño de rock, mostraron que este sello discográfico con más de 50 años
en el país, mantiene firme el deseo de mantener un espacio musical nacional.
Durante seis meses se
realizó en el estudio una jornada dominguera de música, sus organizadores la
llamaron “Mañana es Lunes”. Con este proyecto, Pancho Feraud, gerente general
de Fediscos, decidió ocupar un espacio olvidado que creyó conveniente para
impulsar la escena musical. El rock abrió la segunda
temporada con Ave Reptil.
Ave reptil en Fediscos
La primera temporada finalizó en junio. En aquella edición, quienes dirigen el espacio decidieron ofrecer una jornada más recargada con “El Festivalito de Mañana es Lunes”.
Fue una tarde de música al
aire libre. Cinco bandas llenaron de ritmo la explanada. El sitio estaba
decorado con banderines de colores e hileras de focos que esperaron a la noche
para ser encendidos, en las orillas se ubicaban stands que ofrecían mercadería
de los músicos (discos, camisetas, botones), alimentos y bebidas; y una tarima
se postraba casi al frente del ingreso con el cartel que anunciaba lo que se
venía: El festivalito de “Mañana es Lunes”.
Quienes sacudieron los cuerpos
en la celebración fueron: Abbacook, quinteto de rock, André Farra (hip hop), Moshi Moshi (post
rock), El General Villamil (rock psicodélico) y el trío de rock, Ludovico. A
diferencia de las ediciones anteriores, esta vez no se presentaron dentro del
estudio.
Moshi Moshi, banda guayaquileña
“Hicimos El Festivalito para ver cómo hemos crecido, si hay más audiencia y qué sectores hemos capturado. Al Mañana es Lunes, vienen personas que generalmente no vemos en los bares, no solo vienen jóvenes, vienen padres, niños, familias, etcétera”, cuenta Feraud.
A la primera edición de esta
segunda temporada también llegó un público variado, grupos de amigos, amigas,
fotógrafos, músicos de distintas bandas locales, parejas de jóvenes y un par de
adultos mayores.
Algunos asistentes habituales, otros llegaban por primera vez.
Francisco Montigue, uno de
las espectadores que acude continuamente a las presentaciones, dijo que “no
esperaba menos del Mañana es Lunes… Ave Reptil me dio lo que necesitaba para
empezar la semana”.
Mientras que María Fernanda
Zambrano, que fue por primera vez al lugar, contó que estaba asombrada del
evento. Ella fue acompañada de su esposo, él se enteró por un amigo que
compartió un afiche en Facebook.
“Este podría ser mi ritual
de los domingos” dijo María Fernanda.
El
pasado y la herencia musical
Fediscos,
la Fábrica Ecuatoriana de Discos, empezó a funcionar en 1964 y durante años se
impuso como la figura nacional de la música. Su estudio tiene una de las
mejores infraestructuras de América del Sur. Fue la primera empresa del país en
grabar un disco.
Apenas se ingresa al
estudio, da la bienvenida una pared cubierta de cuadros con fotografías de
artistas que marcaron la historia musical del país, entre las imágenes
observamos a Julio Jaramillo, el mayor exponente del pasillo ecuatoriano.
“J.J.” tocó en varias ocasiones en Fediscos. Un poco más al interior del
edificio, en la sala de estar, cuelgan también recortes de periódicos con notas
de prensa que se hacían sobre la fábrica. Algunas grabadoras antiguas y un
piano rojo destacan en el sitio.
Desde
2009, Pancho Feraud, bisnieto del fundador, José Domingo Feraud Guzmán, ha
transformado la línea de la empresa, ya que desde los 80 el negocio decayó por
la piratería.
Luis
Estrada, productor musical independiente, opina que el escenario actual,
“moviliza” a quienes se dedican a la música y los “agita” para crear nuevas
estrategias de difusión.
“Con
la inmediatez de Internet, si no surgen ideas innovadoras, lo que sería una
ventaja podría convertirse en desventaja… por esto, tanto estudios musicales
como bares y festivales de trayectoria están buscando nuevas formas de
promoverse, sectores que no han sido tocados…”
Para
Feraud es importante sacar ventaja de la era digital, si bien ya no producen
discos, están consolidándose en la generación de material digital. No obstante,
a pesar del impulso de las redes sociales, el material digital no puede
permanecer estático en la web, necesita apoderarse de otros espacios y por esta
razón también se efectúan los Mañana es Lunes.
La
generación de un espacio musical
Lo que hasta hace 30 años se
establecía como la fábrica de discos de vinilo del país, hoy cambia su rumbo y
surge como una plataforma para impulsar el movimiento de música independiente
en Guayaquil y el resto del Ecuador.
La generación de espacios
para difundir sonidos diferentes es una tarea difícil, no solo por la falta de
infraestructura sino también por la barrera que imponen algunas personas para
atreverse a escuchar géneros distintos.
No obstante, Fediscos se
alza como el establecimiento para presentar nuevas propuestas musicales y
mostrar otra faceta de los domingos.
“Guayaquil estaba gritando
la necesidad de un espacio dominguero”, cuenta Pancho Feraud.
Roberto Chalele, guitarrista
y vocalista de Moshi Moshi, una de las bandas que participó en “El
Festivalito”, opina que “hubo un momento en que se generó un vacío y ahora,
desde que Pancho empezó a moverlo, ha tomado bastante fuerza… el evento tomó peso,
el estudio es épico e increíble, puedes tener un buen registro de audio y video”.
El “Mañana es lunes”, nació
con el objetivo de cambiar dos elementos: la escena musical de la ciudad y la
percepción de los domingos. Sus gestores: Marco Armijos y Feraud, no solo
quieren crear una oportunidad para los músicos sino también que la gente se
olvide de lamentarse de que ha llegado el domingo y empiece a disfrutarlo con
arte.
Por: Luisa Carrera
Por: Luisa Carrera
Excelente información .... la música perdura ....
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