Las brujas son la primera manifestación de contra-naturaleza. Al ser seres “diabólicos” son contrarios a Dios. Banquo dice: “de la tierra habitantes no parecen (…) mujeres os imagino, pero tales barbas impiden que ese título os conceda.” (Shakespeare, 2008, p. 18) Son ajenos a este mundo, por lo tanto fuera del orden natural. Es extraño que se presenten ante los humanos, pero ellas evidentemente vienen a tentar a quien ya piensa en hacer el mal, Macbeth. Para Banquo no representan gran problema, él aclara que no tiene odio ni pide favores de ellas, pero para a Macbeth lo llenan de dudas, las llama ambiguas, la tentación de actuar malévolamente es lo que ocupa la mente de Macbeth de allí en adelante, queda completamente seducido por la idea de ser rey. Las brujas tienen poderes sobrenaturales, funcionan como un aparente oráculo inofensivo pero su función real es tentar, llamar al mal. Las brujas hablan de partes de animales para hacer sus hechizos. Utilizan la naturaleza muerta para hacer el mal, sus pócimas se construyen de cadáveres, cito: “de víbora astuta echemos la piel (…) de murciélago nocturno lana, lengua de sabueso, dardo de escorpión, ojo de lagarto, músculo de rana, ala de lechuza, de áspid aguijón”. (Shakespeare, 2008, p.77) Esto ya nos habla de qué tipo de personajes son. La magia negra se asocia siempre con la naturaleza muerta. Ellas producen un gran impacto en Macbeth, que después de conocerlas, en un aparte dice: “verme instigado así contra natura un mal no puede ser… Un bien tampoco” (Shakespeare, 2008, p. 22)
Vemos que Macbeth que empieza el enfrentamiento interior sobre cómo debe actuar de ahora en adelante, pero para el Acto IV ya hay un cambio radical él, ya que al invocar a las brujas para pedir respuestas dice: “aunque los aires desatados luchen contra los templos, aunque el mar airado azote y trague cuanto en él confía, aunque el trigo espigado se revuelque y de cuajo los árboles se arranquen (…) a las preguntas responded que os haga.” Estas palabras son mucho más agresivas que las de Macbeth inicialmente, y es curioso que utilice estas imágenes de naturaleza airada como sus oponentes. Es como si dijera que no le importa ir contra natura para lograr su objetivo, que en este momento es mantener la corona que ha usurpado. De alguna manera verbaliza su enfrentamiento hacia el orden de la naturaleza.
Pero en la Escena V del Acto I conocemos a Lady Macbeth y su papel en el asesinato del rey. Sus primeras palabras, dirigidas a su esposo son: “desconfío de tu carácter, por demás repleto del lácteo jugo de humanal clemencia, para ir por el atajo.” (Shakespeare, 2008, p. 27) Ella asocia la leche materna con la debilidad, propia tal vez de los infantes. Se podría decir que ella actúa como una cuarta bruja. Las brujas son contranaturales porque además son mujeres no femeninas, son mujeres barbudas, un rasgo masculino. Este rasgo lo comparte Lady Macbeth que en apariencia si es femenina, pero pide perder su sexo, por ser concebido como débil y demuestra gran aversión a la idea de amamantar a un niño, el acto más representativo de la maternidad. Por eso podemos decir que la conquista de Macbeth es estéril.
La fertilidad es un concepto relacionado a lo natural y la infertilidad a lo contranatural. Lady Macbeth tiene líneas muy fuertes con respecto a la maternidad. Pide que la leche de sus pechos se torne en hiel, la leche siendo un símbolo de maternidad, hasta podríamos decir de pureza y la hiel como bilis asociada a la ira. Además habla y se muestra cruel al hacer una metáfora de la decepción que siente por la debilidad de Macbeth comparada con un infante al que se le arranca del seno y se lo estrella contra el suelo. La conquista de los Macbeth es estéril, él mismo lo dice: “Ponen en mi frente infructífera corona, y me dan a empuñar estéril cetro.” (Shakespeare, 2008, p. 57) Lady Macbeth niega su sexo femenino, quiere ser capaz de hacer lo que un hombre, matar. Ella desea tener fuerza, pero como no la tiene, ella debe recurrir a las tretas del débil, solo puede incitar al mal, y funciona como una Eva, convence al hombre de actuar en contra del orden.
También se puede contar a Lady Macbeth como una cuarta bruja, porque Macbeth no está completamente convencido de matar al rey. Hasta ese momento él todavía duda y piensa que el destino le puede dar lo que desea sin que tenga él que intervenir, pero cuando Lady Macbeth le cuestiona su hombría (naturaleza masculina) es que se convence, es decir que completa el trabajo de las brujas. Lady Macbeth es estéril, pero además es parte de la matanza a los hijos de Lady Macduff. Esto no está claro en el argumento pero lo intuimos por la culpabilidad que manifiesta sobre el hecho en el último acto. Lady Macduff hace una metáfora de la lechuza que deja el nido para hablar de su familia. De todas maneras hay connotación de fertilidad y maternidad en ella. A su hijo se lo llama “traidor en leche”, se entiende que se nutre como traidor.
En la Escena VI, Duncan y Banquo conversan de lo agradable del aire en el castillo de los Macbeth, y que los pájaros suelen hacer nidos allí. Esta línea parece irónica de parte del autor, ya que conocemos cuales son las dudas e intenciones de Macbeth. Estas intenciones no son precisamente las de hospitalidad que propone la imagen.
Asesinar al rey va contra el orden natural. La obra propone la tesis de que hay una jerarquía “natural” en el mundo. Matar al rey supone un acto terrible por las siguientes leyes: No se debe matar, no se debe matar a un rey que es escogido por Dios, no se debe matar a un huésped. Al romper este orden natural Shakespeare representa al acto con la metáfora de la lechuza se come al halcón. La lechuza comúnmente conocida por ser animal de sabiduría, se la escucha chillar durante la noche del asesinato, advirtiendo quizás a Macbeth. El chillar del búho, justo después del asesinato puede representar la falta de sabiduría del acto que se cometió. Pero al presentarnos la imagen de una lechuza que se come al halcón altera el orden natural. El cazador se convierte en presa, el vasallo usurpa al rey en derecho.
La Escena III comienza con la confusión en la naturaleza que representa que el asesinato es un acto antinatural. Lennox nos cuenta que la noche ha sido tormentosa, por destructores incendios, la tierra se estremece y aves tenebrosas chillan en la noche. En la siguiente escena se describen más anomalías de la naturaleza, como la lechuza que se come al halcón, y que los caballos del difunto rey se coman entre sí.
No dormir es contranatural. Para los Macbeth, a partir del asesinato del rey, conciliar el sueño, que es descanso y paz, para ellos es imposible por el peso que llevan en sus conciencias. Este es un rasgo importante de los Macbeth después de matar al rey, ya que se convierten en entes, sobre todo Lady Macbeth es un espíritu sonámbulo por el castillo. Lamenta haber cometido semejante acto y pesa mucho sobre su conciencia. Los Macbeth bordean la locura, una de las expresiones más desordenadas del ser humano. Su mente alterada puede llegar a verse como una expresión de lo anti-natural.
Todos estos efectos en la naturaleza muestran que los Macbeth comenten acciones más allá de lo calculable. No solo matan al rey, también enferman a Escocia con el crimen. Los efectos se hacen evidentes desde el primer momento. La correspondencia entre el argumento y la respuesta de la naturaleza de aquello. En esta batalla entre el bien y el mal, triunfa el mal sobre nuestro protagonista, pero el bien sobre Escocia. Una lectura de Macbeth estaría incompleta si se deja de lado una lectura sobre el significado de la naturaleza en la obra.