Jorge Luis Borges, no puede ser considerado un
escritor místico en ningún sentido de la palabra, al contrario de la obra
de San Juan de la Cruz o Santa Teresa de
Jesús, en donde claramente se nota la intención de ambos. Aunque Borges dilucida elementos de discursos
religiosos en algunos de sus cuentos, al
autor parece que solo le importó “estimar las ideas religiosas o filosóficas
por su valor estético y aun por lo que encierran de singular y maravilloso”.
(Borges 2007a: 185)
En el cuento “tres versiones de Judas”
encontramos que el narrador nos plantea
a manera de ensayo investigativo, la historia de Jesús, vista a través de las
teorías teológicas de Nils Runeberg. Después
de plantear algunas tesis, el heresiarca sueco, ofrece una tercera versión de Judas,
en la que defiende que Dios se encarnó en el traidor y no en Cristo:
Dios totalmente se hizo hombre, pero hombre hasta la
infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir
cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser
Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue Judas.
(Borges 2007a: 624)
Si bien es cierto que Borges difícilmente puede ser
considerado un teólogo, esto no exime al autor de usar una abundante carga
simbólica cristiana, la cual apañe en su totalidad al cuento. Entre los temas
que componen el discurso religioso del mismo, encontramos “la cuestión sobre la naturaleza humana y
divina de Cristo o el dilema que plantea el sostener la omnisciencia de Dios y
la libertad del ser humano simultáneamente, en un texto, cuyo formato responde
al de un artículo académico con notas a pie de página, referencias
bibliográficas (reales o apócrifas), citas bíblicas, etc.” ( (Fernández,
Natalia González de la Llana, 2012)
A través de una estructura tipo ensayo, el lector es
confundido por una serie de datos, que simulan ser reales (¿acaso falsos?),
esto lejos de darnos una aparente seguridad sobre la información que recibimos,
no hace sino causarnos cierta desconfianza frente a las aparentes
investigaciones o invenciones del autor que recopila estos datos.
Si bien sus conclusiones son aparentemente absurdas,
lo cierto es que el razonamiento que se esconde detrás es impecable, llevando
hasta sus últimas consecuencias algunas de las doctrinas gnósticas más extremas
y mostrando, así, lo absurdo de cualquier discusión y conclusión teológica, ya
que, tal como muestra el final del relato, el hombre no puede llegar a penetrar
el misterio divino (Fernández, Natalia González de la
Llana, 2012) :
En
vano propusieron esa revelación las librerías de Estocolmo y de Lund. Los
incrédulos la consideraron, a priori, un insípido y laborioso juego teológico;
los teólogos la desdeñaron. Runeberg intuyó en esa indiferencia ecuménica una
casi milagrosa confirmación. Dios ordenaba esa indiferencia; Dios no quería que
se propalara en la tierra Su terrible secreto. Runeberg comprendió que no era
llegada la hora: Sintió que estaban convergiendo sobre él antiguas maldiciones
divinas; recordó a Elías y a Moisés, que en la montaña se taparon la cara para
no ver a Dios […] ¿No era él, acaso, culpable de ese crimen oscuro? ¿No sería
ésa la blasfemia contra el Espíritu, la que no será perdonada (Mateo 12: 31)?
Valerio Sorano murió por haber divulgado el oculto nombre de Roma; ¿qué
infinito castigo sería el suyo, por haber descubierto y divulgado el horrible
nombre de Dios? […]
Finalmente podemos concluir que el cuento hace un
claro cuestionamiento a la ortodoxia religiosa, y a través de una mirada
irónica, plantea nuevas interpretaciones basadas en el texto bíblico que
socavan la mirada que hemos tenido durante siglos.
Bibliografía
Fernández, Natalia González de la Llana. (Enero de
2012). USOS LITERARIOS DE LA RELIGIÓN: CUATRO CUENTOS DE BORGES.
Recuperado el Septiembre de 2014, de http://www.um.es/tonosdigital/znum22/secciones/estudios-14-usos_literarios_de_la_religion-_borges.htm
BORGES, J.L., Obras completas I, Buenos
Aires: Emecé, 2007a.
Texto por Andrea Lecaro
Texto por Andrea Lecaro
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