La (r)evolución de la radio
La radio es extraña para algunos. Para Ira Glass, probablemente el host de radio más popular de Estados Unidos, este medio puede ser tan emotivo y divertido como la mejor película o serie de televisión. Y es que lo puede ser, pero para eso, hay que lograr que la gente se siente a escuchar.
Hace mucho tiempo, en EE.UU., las radios han apuntado a un storytelling que emocione, que hable un lenguaje que le llegue al oyente y lo envuelva en lo que se está relatando. Uno de los programas que mejor sabe hacer eso es This American Life, producido por Chicago Public Media y que llega a más de 500 estaciones de radio para luego traducirse a 2,2 millones de oyentes. Glass es el host del show en donde se cuentan historias relacionadas a un tema específico.
La radio tiene una carrera contra sí misma. Para ganarla, tiene que mutar. Por eso, en This American Life, que está al aire desde 1995, la vara apunta también a las nuevas plataformas. Desde hace un buen rato, el show de Ira Glass se ha situado en los primeros lugares de los podcasts más populares en EE.UU.: aproximadamente 1 millón de personas descargan semanalmente sus programas. Esta nueva ola de productos radiofónicos de alta calidad -y distribuidos mediante podcasts- se ha manifestado en programas como Snap Judgement, Radiolab y la creciente Radio Ambulante.
Para explicar su Radio Ambulante, Daniel Alarcón detalla que “trata de llevar la estética de la crónica radial de largo aliento al español porque, francamente, no existía.” Este proyecto, dirigido por el novelista peruano, ha llevado a cabo muchas historias de no ficción que se desarrollan con personajes de algunos países del continente americano. Hace poco, el equipo de Alarcón hizo su primera historia de Ecuador: Correa vs. Crudo. Radio Ambulante, al igual que sus similares estadounidenses, es distribuido por podcast.
El año pasado, este fenómeno reventó con un spin-off del mismo This American Life: el show llamado Serial. Este podcast fue realizado por una de las productoras del programa de Glass, Sarah Koenig. En él, se relata la historia de un joven encarcelado -desde hace algunos años- que dice ser inocente de un crimen que no cometió. Koenig se involucró tanto con el caso que lo abordó desde todos los puntos. Además de ser un trabajo periodístico excepcional, también mantiene el suspenso de una buena serie de televisión o una película. Sí, así como lo manifestó Ira Glass. Toda la historia, que consta de 12 episodios, es contada en sonido.
Los shows de radio como This American Life y Radio Ambulante son un gran ejemplo de la riqueza que hay en las historias contadas en un formato radiofónico. Por eso, hay que abrirse a nuevas formas de storytelling. Cuando lo haces, y tal como lo describe Alarcón, “empiezas a apreciar la belleza de todas esas formas de hablar.”
*Daniel Alarcón, director de Radio Ambulante, conversa para el sitio This is Radio:
La dieta mediterránea
La Dieta Mediterránea es un estilo de vida, sobre todo en países como España, Portugal, Italia, Francia o Grecia. Estos países de la Vieja Europa lo convirtieron en un patrón alimentario a tal punto que ha sido y continúa siendo un patrimonio cultural, dinámico y evolutivo. Además, combinan perfectamente los ingredientes de su agricultura, recetas y formas de cocinar típicas de cada lugar, que unido a la práctica de ejercicio físico más un clima benigno, completan ese estilo de vida que sólo nos traerá beneficios para nuestra salud. Parte de una simplicidad y variedad de una combinación equilibrada y completa de alimentos basados en productos frescos y de temporada. Se caracteriza principalmente por el alto consumo de productos vegetales como las frutas, verduras, legumbre, frutos secos, vinagre, aceite de oliva o inclusive el vino en cantidades moderadas.
Las bases de la Dieta Mediterránea son:
1. La alta proporción de carbohidratos.
2. La baja proporción de proteína animal.
3. El equilibrio de ácidos grasos.
4. La baja proporción de derivados grasos
5. El modo de cocción saludable.
6. El consumo continuado y moderado de vino.
7. Los dulces en ocasiones especiales.
En cuanto a las sugerencias de platos que se identifiquen con la Dieta Mediterránea se pueden nombrar: La ensalada de tomate y queso tierno con albahaca; Patatas y zanahorias al vino; Copas de yogur con fruta; los famosos Bocadillos variados y un Gazpacho andaluz, que viene bien en cualquier temporada del año.
¡A disfrutar!
Fútbol, ¿pasión o escapismo?
El fútbol definitivamente es sinónimo de pasión desde
cualquier perspectiva del que se lo mire. Es inevitable no contagiarse de
aquella pasión cuando entras a un estadio. Todo el ambiente se centra en el
juego, y los hinchas apoyan con energía y con la esperanza de que el triunfo
sea de su equipo favorito.
Pero como todo en la vida, el fútbol fue creado con un
fin y no precisamente deportivo. En aquel entonces, algunos dirigentes
anarquistas y socialistas denunciaban esta maquinación de la burguesía
destinadas a evitar las huelgas y enmascarar las contradicciones sociales. La
difusión del fútbol en el mundo era resultado de una maniobra imperialista para
mantener en la edad infantil a los pueblos oprimidos.
Sin embargo, el club Argentinos Juniors nació llamándose
Mártires de Chicago, en homenaje a los obreros anarquistas ahorcados un primero
de mayo. En aquellos primeros años del siglo, no faltaron intelectuales de
izquierda que celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo como anestesia de la
conciencia.
En la actualidad, a pesar de que no se relaciona al
fútbol como una táctica de distracción social, si funciona de tal manera. Al menos
a los gobiernos les ha resultado mucho el hecho de organizar campeonatos de
fútbol con el fin de desviar la atención de algún problema que afecte
directamente a los ciudadanos. Un ejemplo de esto es el mundial de Brasil.
El gobierno de Dilma Rousseff fue muy criticado por
“malgastar” los fondos del estado en la realización de grandes competencias
futbolísticas como la Copa Confederaciones 2013 y la Copa del Mundo 2014. A tal
punto que los ciudadanos salieron a protestar fuertemente contra estos
excesivos gastos y la prensa internacional desperdició el momento para
sacar a la luz las dos caras de la moneda del pasado mundial.
Miles de personas fueron desalojadas de sus casas para
la construcción de los estadios y áreas aledañas. La modernización de la
ciudad. El precio de la canasta básica aumentó incontrolablemente y los
brasileros comentaban que la vida en su país estaba muy cara.
Pero luego del 12 de junio del año pasado el país, y el mundo en
general, entró en un trance futbolístico. Todos querían hablar, escuchar y ver
sobre fútbol y otra vez se dejó a un lado los grandes problemas económicos y
sociales que sucedieron en el 2014.
Las personas empezaron a festejar, a gastar
“lo que fuese necesario” para conseguir una entrada y ver a su selección jugar.
Los sucesos “importantes” como las reuniones del G-7, las elecciones en
Colombia que geopolitizaban a Latinoamérica, los atentados en Medio Oriente y
el problema económico de Argentina pasaron a un segundo plano. La fiebre del
mundial había empezado a generar síntomas.
Todo esto apuntaría a que, sin duda, el fútbol funciona
como estrategia para que las personas escapen de los problemas cotidianos y se
concentren en ver a 23 personas correr tras un balón, sufrir con derrotas y
gozar con triunfos. Pero ese escape de una u otra forma es consecuencia de la
pasión que este deporte genera. Si nadie fuera capaz de sentir y contagiar esa
pasión por los colores la estrategia de escapismo no funcionaría porque
simplemente a nadie le interesaría ver y peor asistir a tan importantes juegos.
De tal manera que efectivamente es fútbol es escape pero
primero es pasión.
Fútbol Club Barcelona, más que fútbol
El Fútbol Club Barcelona, uno de los equipos más históricos del planeta fútbol, acaba de ganar la última edición de la Liga de Campeones frente a la Juventus de Turín. Quinta Champions conquistada y que junto a la LigaBBVA y la Copa del Rey 2014 - 2015 hicieron de ésta, una temporada de ensueño, de magia y de enorme felicidad para todos los culés repartidos por el mundo; y que sólo sirvió para aumentar aún más la leyenda del Barça.
Pero, más allá de todo esto: ¿Puede un club de fútbol convertirse en un símbolo de identificación nacional? Pues la respuesta es un ¡sí! rotundo en el caso del equipo blaugrana.
Desde sus inicios, la trascendencia social, cultural y política del FCBarcelona ha ido ligada a Cataluña. Su nacimiento mismo está relacionado con la burguesía nacionalista, lo cual lo convirtió en algo "Més que un club" apoyando a instituciones políticas que defienden la lengua, cultura y tradiciones catalanas.
A nadie sorprende, a día de hoy, que una vez sí y otra también, la mayor parte de aficionados del Camp Nou, utilicen el partido de turno para reivindicaciones catalanistas, haciéndole ver al mundo que el FC Barcelona es un símbolo de democracia e independencia catalana.
Dos de sus presidentes más emblemáticos de los últimos años como Joan Laporta o Sandro Rosell, se sumaron en sus períodos, a las manifestaciones pro-independentistas defendiendo el derecho a la autodeterminación de Cataluña.
Sin embargo, no deja de ser curioso que esta misma afición que celebra los triunfos del FC Barcelona, también celebre las victorias de la selección española de fútbol. Un sondeo publicado en julio del 2012 por el diario Ara, demuestra que el 57% de los partidarios de la independencia de Cataluña se declaran seguidores de la "Roja". Y es que cuando se trata de juntar a la política, identidad nacional y fútbol, las encuestas difícilmente encajan.
No obstante, al diferenciar el vínculo de afinidad política y cultural, tal vez todo esto se pueda comprender mejor. Los catalanes distinguen entre la identificación con las políticas en España y un vínculo sentimental con la cultura española.
Se darían niveles reducidos de afecto -en los catalanes- hacia el Estado y/o Gobierno español, como representantes de la política, pero mantener vivo el nexo emocional con la selección española como personificación de parte de su cultura.
En definitiva, una posible independencia de Cataluña del resto de España dejaría muchas preguntas sin respuesta inmediata a todos los que gustan de ver al Barça y al fútbol mismo. ¿Seguiría jugando el Barcelona la Liga Española o crearían una catalana? ¿Ya no habría más clásicos Barcelona - Real Madrid? ¿Significa esto ser más que un club, pero menos español?
De momento, toda respuesta quedaría en supuestos, pero lo que sí es seguro es que el Fútbol Club Barcelona no sólo seguirá siendo estrellas, goles y un estadio abarrotado, sino también una plataforma para elaborar, transmitir y recrear la identidad nacionalista catalana.
¿Qué prefieren los estudiantes de periodismo?
El periodismo tiene tres plataformas que se consideran tradicionales para ejercer el oficio: televisión, radio y prensa. Los estudiantes de la carrera inician su vida universitaria con estas tres opciones y los gustos de cada uno los llevan a elegir una -o dos- de estas.
Para Isabel Ronquillo, por ejemplo, la radio y la prensa son dos plataformas que se conjugan con sus aficiones. “Desde pequeña me gustaban las letras. Ya luego en la U me fui inclinando también por la radio”, comenta la periodista graduada en la UCSG.
Ella considera que, por la facilidad que tiene para plasmar sus ideas, la prensa le sienta bien para desarrollarse en el campo profesional. Sin embargo, resalta algunos detalles del medio radiofónico: “Con la radio puedes hacer mil y una cosas, con pocos recursos. Eso te abre un mundo interminable de posibilidades.”
Un estudio llevado a cabo por estudiantes de la misma carrera de Comunicación de la UCSG, en la cátedra de Observatorio de medios, dictada por Rubén Aroca, reveló la situación actual de los profesionales en los medios de comunicación. En el año 2006, 301 profesionales de variados medios de Guayaquil fueron encuestados: el 28% trabajaba en prensa, el 29,3% tenía un espacio en los medios radiofónicos de la ciudad y el 34% cumplía funciones dentro de un canal de televisión.
Para el 2014, este mismo estudio reveló una situación más actual: de 314 encuestados, el 20,5% trabajaba en radio, el 22,3% en un medio impreso y el 43% en televisión.
Christopher Guerrero es un estudiante de la carrera. Él, a diferencia de Isabel, se inclina por el medio televisivo por una razón puntual: “En la TV todo el mundo te va a ver y siempre vas a tener propuestas de trabajo ya que vendes tu imagen. En radio es solo tu voz y en la prensa solo escribes y pones tu nombre.”
Diego Cuenca, otro estudiante de periodismo, también prefiere la televisión para desarrollar lo que ha aprendido en la universidad. “Me gusta la TV porque puedo expresar los hechos noticiosos a través de las artes visuales, transmitiendo emociones en las historias dentro de reportajes.”
De todas formas, Cuenca destaca que los otros medios también son importantes porque siempre están tratando de desarrollarse. Para él, las nuevas plataformas digitales también deberían ser consideradas. “Son complementos que nutren a la comunicación cotidiana que dan dentro de los medios. Estas plataformas permiten involucrar a la audiencia”, expresa Cuenca.
Victor Puig, director de contenidos en la web Overalia, explica sobre los nuevos medios y las nuevas herramientas que el periodismo debe tomar para no perder la carrera en la generación de contenido efectivo para la audiencia:
Microliteratura o Twitteratura…¿ Existe realmente?
La literatura
tiene cada vez distintas plataformas para su difusión y la convergencia de los
géneros ha producido distintos textos y formas de hacer literatura.
Actualmente, en redes sociales hay cuentas dedicadas netamente a la publicación
de datos literarios, difusión, e incluso, producción de textos dentro del espacio que estas
permiten. En este marco se presenta la Microliteratura o Twitteratura de 140
caracteres pero, ¿es
válida?, ¿existe
realmente?
La Microliteratura deriva de los microcuentos: aquellas narraciones breves, en
prosa, que condensan hechos. Uno de los mayores exponentes de este género es el
escritor mexicano Alberto Chimal, quien se destaca en distintos estilos narrativos.
Con la influencia de los medios, muchos cuentos cortos o nanorrelatos son
expuestos a través de Twitter que, bajo su condición de redactor en 140
caracteres o menos, obliga a los autores
–en su mayoría, aficionados— a ser breves, concisos y precisos; así como
ingeniosos o creativos.
Andrés Neuman,
escritor hispano-argentino ganador del Premio Alfaguara de Novela (2009),
expuso en el año 2012 en su blog Microrréplicas apuntes en clave
humorística sobre cómo guiarse en esta
tendencia, los mismos que siguen en vigencia en la actualidad. Entre ellos se
encuentran los siguientes: “9. El microcuento necesita lectores valientes, es
decir, que soporten lo incompleto… 10. Cuanto
más breve parece, más lento se lee.” (Neuman, 2012). Estos datos son útiles
para los asiduos a este tipo de literatura informal ya que en los últimos años
existen incluso concursos que premian a los mejores microcuentos y aforismos
(sentencias breves) expuestos con humor acerca de una temática específica,
usando hashtags para segmentarlos y
clasificarlos en la web o para marcar tendencia. Incluso, existen talleres online que se dictan a publicistas,
redactores, comunicadores y demás profesiones ligadas a la lengua –aunque es
abierto a todo público—ya que la escritura de este tipo de textos demanda
agilidad mental y destreza en las habilidades comunicativas. Muchas personas, como Belén Segarra, ilustran microcuentos y los suben a la red, mezclando la literatura con el trabajo plástico y audiovisual.
A pesar de sus detractores, es un género híbrido en crecimiento que, con la
ayuda del marketing literario y de sus usos publicitarios, ha sabido ganarse un
terreno virtual y cada vez más amplio en el mundo de las letras. A solo un tweet de distancia se encuentran y la
información sobre ellos en la web es abundante. Válidos o no, el mensaje es
claro: escribir, como sea y cuando sea, pero escribir, siempre.
El beat profundo de Marco Armijos
Conocer
una ciudad y descubrir sus rincones más profundos algunas veces supone también
el descubrimiento de una vocación. Marco Armijos llegó a Guayaquil a los 18
años para estudiar Economía y en un recorrido por el centro de la urbe se
reveló ante él un instrumento que le cambiaría la vida: la batería. “Salí a
caminar por el centro y encontré un almacén de instrumentos musicales, allí vi
a alguien que tocaba la batería y lo hacía
súper chévere. Entré al lugar y
él me dijo “toca esto” y me salió de una. Ese día no dormí”.
Era
la primera vez que Marco tenía un acercamiento con la batería, después de esa
experiencia, se compró unas baquetas y le
pidió a Pedro Mosquera, aquel hombre que había observado en el almacén, que
fuera su profesor.
Cuando
le pregunto: ¿Qué género es el que más lo engancha?, responde que es importante
tomar criterios de cada género y que le encanta el pop, bien producido e
independiente, también el rock, blues, r&b y jazz. Considera que todo lo
que ha escuchado influye de alguna forma en su vida como músico porque es
imposible negar que aquí, en Ecuador, “se escucha de todo”. Recuerda entre sus artistas preferidos a los
Foo Fighters, Foals; a John Mayer y Alicia Keys.
Marco
ha participado en varias bandas, tanto de Milagro como Guayaquil, entre ellas: Tres
Patines, Jazz’ta y Blue diva. Se dedica a hacer algo de pop
independiente como baterista de Abbacook y tiene dos proyectos
en espera.
Se
unió al equipo de Abbacook luego de que Pancho Feraud se lo propusiera, en una
época en que trabaja como baterista de la artista Frances Possieri. La esencia
de esta banda es apostar por un mensaje cristiano y que esto no sea impedimento
para tocar en lugares donde normalmente
una banda cristiana no lo hace, como bares o festivales.
¿Crees
que el contenido de Abbacook podría alejar a cierto público?, ¿A las personas a
quienes no les agrada mucho la idea de una banda cristiana?
“Un poco, pero por eso queremos hacer un tipo de música más digerible
para estas personas, ser cristiano es un
estilo de vida, no veo porque un estilo de música va a definir si alguien es o
no cristiano, no queremos movernos en lo tradicional (lo cual está bien) sino
mostrar otro enfoque; o sea, yo soy
cristiano, pero también soy músico y puedo hacer otras cosas. Además, este
estilo no es algo nuevo, aquí en el país un poco, pero afuera hay mucha gente
que lo está haciendo y nosotros lo que queremos es aportar con lo nuestro. No
veo porque no se pueda hacer esto acá”, señala Marco.
Para él lo fascinante de la batería es que es un campo abierto en el que se debe
tener criterio para hacer muchas cosas y desarrollar diferentes estilos. De su
carrera destaca tres profesores: Ernesto Lamilla, Raúl Molina y Carlos Bravo.
Recuerda también a su primer profesor: Pedro Mosquera.
En
el futuro le encantaría llevar su música a otros países. Hace poco vivió una
gran experiencia en Argentina con la banda Abbacook. Viajaron por el cumpleaños
de su guitarrista, Pancho Feraud, y durante ese tiempo se presentaron en la
calle Florida y en una iglesia.
Marco
considera que la música se está desarrollando muy bien en Guayaquil, pero que
aún falta consolidar un enfoque más industrial.
Además, señala que es importante que se permita utilizar los espacios
abiertos con más facilidad. “Aquí en Guayaquil sería muy chévere tocar en algún
espacio de la 9 de Octubre”.