Fue a los Óscar y ganó. No como actor, ni como el más
elegante en la alfombra roja; sino como parte de la reivindicación del
periodismo que significa la película “Spotlight”.
Martin Baron, el director ejecutivo de The Washington Post,
reiteró a El Tiempo Latino (una publicación del Post) lo que ya había dicho en
las páginas de Style del periódico que dirige y en todos los medios de
comunicación nacionales e internacionales que quisieron saber su opinión: “La
película no es sobre mí, sino sobre el poder del periodismo”.
“Spotlight” narra la investigación periodística del Boston
Globe —dirigido entonces por Baron— que destapó los abusos sexuales a menores
en la iglesia católica de Boston, una situación que se produjo con la
connivencia de la jerarquía eclesiástica y de toda una comunidad.
Liev Schreiber es el actor que retrata a Baron en la
película. Y sí, Baron puede emanar cierta distancia de introvertida
intelectualidad. Pero no, no es Schreiber. Baron sabe reírse de su nunca
buscado estrellato y valorarlo en su justa medida. Por eso enfatiza la lección
de “Spotlight”.
“En Boston se había cubierto el tema de los abusos sexuales
años antes, en los 90, lo hicieron y sufrieron duras críticas de la iglesia,
pero luego dejaron de cubrir el tema. Mantuvieron ciertos niveles de cobertura
periodística pero no hicieron trabajo de investigación. Por eso cuando llegué
al periódico vi que había una historia periodística que pedía más trabajo”. La
cuestión, explicó Baron, era cómo llegar a la verdad. Tenías al abogado de las
víctimas y a los sobrevivientes diciendo que el cardenal sabía lo que estaba
pasando. Estaban los abogados de la iglesia argumentando que eran acusaciones
sin fundamento ¿Cómo saber cuál era la verdad?, se preguntó Baron y planteó
solicitar por vía legal el derecho al acceso a documentos internos de la
iglesia que se encontraban sellados en los tribunales. El resto es historia del
periodismo —Pulitzer incluído— y ahora de Hollywood.
Para Baron se trata del mensaje: “El filme envía un mensaje
importante al público sin importar lo escéptico que éste sea ante la profesión
periodística y su papel en la sociedad porque reconoce nuestras imperfecciones
como periodistas, pero también envía el mensaje de que somos necesarios para
pedir responsabilidades a todas las instancias de poder”.
Y mientras, la industria vive “una revolución” ante la cual
Baron dijo que “padecemos el impacto en nuestras finanzas, en la manera en que
informamos”. Por eso recomendó que “debemos adaptarnos a la nueva realidad de
las plataformas digitales”. Y la adaptación debe ser rápida porque el
periodismo sigue siendo necesario.
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