Rarezas, sorpresas y decepciones de la entrega
Fue una ceremonia marcada por la política y sin un ganador claro, con algunos olvidos y gestos grandilocuentes; el humor filoso, la marca registrada de su conductor, Chris Rock.
Triunfo sin brillo. El premio a mejor película para En primera plana puede ser justo por la calidad de la investigación y su denuncia de los abusos sexuales en el ámbito de la iglesia, pero el film de Tom McCarthy estuvo lejos de hacer historia. En realidad, casi hizo historia por haber ganado sólo dos galardones (también consiguió el de guión original). Hay que remontarse hasta 1952 para encontrar un caso similar (El espectáculo más grande del mundo).
Logros latinoamericanos. El mexicano Alejandro González Iñárritu se convirtió en el tercer realizador en ganar dos Oscar de manera consecutiva (en 2015 lo había obtenido por Birdman). Sólo lo habían logrado antes John Ford y Joseph L. Mankiewicz. Por su parte, su compatriota Emmanuel Lubezki obtuvo su tercera estatuilla seguida tras Gravedad y la citada Birdman. Es el séptimo artista en toda la historia en conseguir semejante proeza. Por su parte, Chile celebró su primer Oscar con el corto animado Bear Story, mientras que Colombia no pudo festejar con El abrazo de la serpiente, que perdió con la húngara El hijo de Saul (otro film sobre el Holocausto recompensado).
Consagraciones actorales. El premio a DiCaprio era uno de los más previsibles y esperados de la noche. Fue la ratificación definitiva de su estatus de estrella por parte de la Academia tras múltiples frustraciones. También resultó una noche triunfal para las jóvenes Brie Larson (26 años), distinguida por La habitación; y la sueca Alicia Vikander (27), por La chica danesa.
Sorpresas. Mark Rylance consiguió el premio a mejor actor de reparto por Puente de espías y, si bien su interpretación ya había sido elogiada y recompensada, muchos apostaban a que Sylvester Stallone fuese el triunfador por Creed. Pocos esperaban también el triunfo de Sam Smith con "Writing's on the Wall", el tema de 007: Spectre. Otro resultado inesperado fue en el rubro de efectos visuales, donde la modesta Ex Machina superó a la campeona de la taquilla, Star Wars: El despertar de la fuerza.
Reconocimientos técnicos. Más allá de los casos ya mencionados, Mad Max: Furia en el camino tuvo una gran noche en los rubros técnicos y se quedó con seis premios. Duplicó a su más inmediata perseguidora: Revenant: El renacido, aunque se quedó con las ganas en las categorías principales.
Perdedores absolutos. Misión rescate (que tenía siete nominaciones), Carol (seis) y el episodio 7 de Star Wars (cinco) se fueron con las manos vacías, al igual queBrooklyn, Sicario y Steve Jobs, entre otras.
Ovaciones. La platea del Dolby Theatre se puso varias veces de pie. Lo hizo cuando apareció Biden, pero también, por ejemplo, para saludar el primer Oscar para el legendario compositor italiano Ennio Morricone, que a los 87 años obtuvo su primer galardón por Los 8 más odiados, de Quentin Tarantino. El músico italiano ya había recibido un Oscar honorario en 2007.
Omisiones. Entre los aspectos más discutibles de la velada estuvo la ausencia de un director de la categoría del francés Jacques Rivette en el segmento In Memoriam, que tuvo a Dave Grohl en el acompañamiento musical. Tampoco incluyeron en el tributo al polaco Andrzej Zulawski, aunque sí aparecieron otras figuras como la belga Chantal Akerman o David Bowie , entre muchas otras que fallecieron durante el último año.
Discursos. En una noche larga y llena de contrastes, el genial cómico Louis C.K. tuvo una de las intervenciones más hilarantes cuando le tocó presentar la categoría de cortometraje animado, mientras que Iñárritu aburrió con una pretenciosa bajada de línea sobre el sentido del arte.
Jairo Rousseau A.
Nuevas Tecnologías
El resultado de Leonardo DiCaprio era de esperarse, por el exceso mediático y la presión que tenía la Academia. Capaz en el fondo no se sintió tan ganador.
ResponderEliminarLo mejor de la noche fue sin duda, el merecidísmo Oscar para Leonardo DiCaprio. Creo que era una cuenta pendiente que tenía la Academia con el actor.
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